La prueba de esfuerzo sirve para monitorizar la señal eléctrica del corazón (electrocardiograma) y la tensión arterial mientras la persona realiza un protocolo de ejercicio de duración entre 6-15 minutos sobre un a caminadora (ergometría).
Como se realiza la Prueba de Esfuerzo: Se colocan electrodos en la zona pectoral del paciente para realizar un electrocardiograma (ECG) en reposo y luego se monitoriza la señal eléctrica del corazón durante el ejercicio. También se coloca un manguito de presión, con una primera toma inicial, y se mantiene durante toda la prueba para medir la presión arterial al final de cada etapa de ejercicio. Tras la preparación inicial, empieza el ejercicio. El protocolo de ejercicio más usado es el de Bruce, que consiste en etapas de tres minutos de duración en que de manera progresiva va aumentando la inclinación y la velocidad de la marcha. La prueba finaliza en el momento en el que se ha alcanzado la frecuencia cardíaca máxima objetivo, el paciente no puede realizar más ejercicio, tiene síntomas, o bien se observan alteraciones en el electrocardiograma o en la tensión arterial.
Preparación: +Llevar ropa cómoda y zapatos deportivos o similares. +Se aconseja llevar un bra deportivo o sin aros para mayor comodidad. +No ponerse crema hidratante las horas previas para asegurar una buena adhesión de los electrodos. +Evitar ingerir alimentos las dos horas previas a la prueba. +No realizar ejercicio de alta intensidad las 12 horas previas a la prueba. +Continuar o suspender la mediación que toma diariamente, en función de las indicaciones del médico que ha solicitado la prueba.
Para que sirve una Prueba de Esfuerzo: La prueba de esfuerzo es una técnica muy utilizada en el ámbito de la cardiología. Se utiliza para diagnosticar la enfermedad de las arterias coronarias. Cuando un paciente tiene una obstrucción en las arterias, la sangre fluye en condiciones de reposo, pero cuando se realiza ejercicio físico el trabajo del corazón aumenta, así como la demanda de oxígeno de las arterias coronarias, por lo que la obstrucción se manifiesta, principalmente, con dolor torácico (angina de pecho), falta de aire (disnea) o fatiga intensa. En este caso, los síntomas suelen acompañarse de alteraciones en el segmento ST del electrocardiograma. Las pruebas de esfuerzo también aportan información sobre la respuesta de la tensión arterial, alteraciones del ritmo cardíaco inducidas por el ejercicio y la capacidad funcional; datos esenciales para el diagnóstico y pronóstico de otras enfermedades cardiacas como la hipertensión arterial, las miocardiopatías o las cardiopatías congénitas.